martes, 15 de abril de 2014

¿Quién soy yo ante el Señor?



Hemos iniciado la Semana Santa y no puedo dejar de hacer eco de la homilía del Papa Francisco en este Domingo de Ramos que recién hemos vivido. Por primera vez en mucho tiempo he decidido vivir una Semana Santa con más recogimiento, oración, contemplación y vida comunitaria. Esto gracias a Dios, ya que en mi debilidad muy poco puedo lograr. También espero pasar algunos días en familia, en casa de mi madre y luego regresar para nuestra Vigilia Pascual de este sábado, la cual he venido celebrando en los últimos cuatro años.

He tomado prestada la imagen de la hermosa "Piedad" de Miguel Angel, usada por el diario católico "El Observador de la Actualidad" hace dos años, sobre la cual estamparon la leyenda de "Semana Santa: Semana de Amor, Pasión del Señor". En gran medida la frase resume todo lo que implica esta semana, lo que celebramos y por lo cual creemos. ¡Cristo ha vencido la muerte, y con ello nos redime! Pero también nos hace partícipes de nuestra propia salvación, ya que sin nuestro permiso, El no puede obrar en nuestras vidas, no puede convertirnos en nuevos hombres y mujeres, no puede salvarnos. Y es en este proceso que nos invita a ser verdaderos seguidores suyos, a conocerle, servirle y amarle. Nos invita a ser perfectos como el Padre, nos invita a ser santos en medio del mundo.


Es en el contexto del mundo actual que el mensaje del Papa Francisco toma mayor fuerza, cuando está muy de moda "Vivir el instante", "Mientras hagas lo que quieras y no lastimes a nadie, todo está bien", "Vive hoy al tope porque mañana no sabes si vivirás". La cultura del desenfreno, y de los excesos, se vive en su máxima expresión en estos días. En el caso de Honduras y según datos proporcionados por el Instituto Hondureño para la prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA), se consumirán en nuestro país 45 millones de cervezas y 15 millones de litros de aguardiente. Esto sin incluir los licores importados. En otras palabras, Honduras, una nación de aproximadamente 8 millones de habitantes, que se auto denomina cristiana, se ahogará en el alcohol. Y entonces me interpelan las preguntas del santo padre:

"¿Quién soy yo delante de Jesús entrando en Jerusalén, en este día de fiesta?...¿Quién soy yo, delante de Jesús que sufre?...¿Mi vida está dormida?...¿Soy yo como aquella muchedumbre que no sabía bien si estaba en una reunión religiosa, o en un juicio, o en un circo y elige a Barrabás?..¿Soy yo como aquellos que pasaban delante de la cruz y se burlaban de Jesús?...¿Dónde está mi corazón?"



Y luego en contraste, el Papa Francisco también nos pregunta "¿Soy yo como el Cireneo que regresaba del trabajo, fatigado, pero tuvo la buena voluntad de ayudar al Señor a llevar la cruz?..¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la mamá de Jesús, que estaba allí, y sufrían en silencio"?" Y finalmente cierra su homilía con una pregunta profunda que nos hace reflexionar sobre nuestra vida y nuestra relación con el Señor:  "¿A cuál de estas personas yo me parezco?..Que esta pregunta nos acompañe durante toda la semana"

Pidamos la gracia y el auxilio divino para poder cambiar nuestros corazones, y reflejar cada día más el amor del Señor, que como criaturas suyas lo llevamos dentro. ¡Que el Espíritu Santo nos asista cada día, e infunda sus dones en nuestros corazones!


Caricaturas de Napoléon Ham, Diario La Tribuna

1 comentario:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola Irina, un saludo y gracias por compartir tu profunda y buena reflexión.

He compartido tu reflexión y aporto, de acuerdo contigo, mi granito de arena:

¿Cuál es mi respuesta a esa llamada amorosa de Jesús?
¡Acaso, como nos ayuda nuestra querida Irina a reflexionar, yo soy uno más que con mi actitud cómoda e indiferente paso de este Jesús condenado a muerte?
¿O participo y sigo mi vida sin dar ninguna respuesta a su llamada?

Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.